Mouseion es una palabra griega que designaba el santuario consagrado a las musas. Con el tiempo, en el helenismo, acabará asociándose a los lugares donde se recibe la inspiración, refiriéndose a un tipo particular de villa reservada para las charlas filosóficas.
El mouseion quiere recoger ese espíritu de encuentro y convertirse en un lugar de reflexión y crítica de las artes contemporáneas.

martes, 19 de enero de 2016

Metropolis como fábula cristiana


Supongo que todos conocen la película Metropolis, de Fritz Lang, una obra maestra del cine mudo que prefigura el género de la ciencia-ficción en una fecha tan temprana como 1927. Mucho se ha escrito sobre el film, sobre su técnica y su estética en relación con el expresionismo alemán, y también hay diversas interpretaciones semióticas. Hoy voy a exponer una interpretación personal del argumento, en clave cristiana o, mejor dicho, bíblica. Quiero dejar claro que esta interpretación no se corresponde con mi ideología, pero creo que existe una analogía muy clara con el cristianismo (o por lo menos algunos de sus protagonistas), aunque siempre discutible.
Quiero señalar también que las mayúsculas iniciales y las cursivas no son arbitrarias.

La película comienza con una sentencia que se repetirá varias veces posteriormente y que dice:
"EL MEDIADOR ENTRE EL CEREBRO Y LAS MANOS HA DE SER EL CORAZÓN".

Pues bien, veamos cómo se encarnan estos tres órganos:

El cerebro sería el señor Joh Fredersen, (padre del protagonista). Se entiende que él es el creador de la ciudad y el que la dirige.
Las manos serían los obreros, que son los que sustentan la ciudad y hacen que funcione con su trabajo.
El corazón lo representa el hijo del señor Fredersen, Freder, que tiene una vida de lujos y comodidades a la que renuncia para seguir a María, una mujer que aparece como el paradigma de la bondad y el candor.

Traducido al lenguaje cristiano, serían:

  • el Padre (Dios), que es la Gran Mente, el Creador, que vive arriba, en un gran ático sobre la ciudad, y al que sólo le importa lo suyo, es decir, que la ciudad siga funcionando, y su hijo.
  • el Hijo, (Jesús) que representa la figura de el Gran Príncipe que desciende de lo alto y al que le importan sus hermanos, en una visión amplia del término que abarca a todos los que viven en la ciudad independientemente de su posición social. Se le relaciona más adelante con la figura del Mediador, (o llámese Mesías).
  • María, la Redentora, que cuida de los niños y de los hombres.
  • el Pueblo, anónimo y alienado, que representa las manos, son los que sustentan la ciudad (y la pirámide social), y viven en una especie de mundo subterráneo.

La película comienza con el "cambio de turno", en el subterráneo, donde viven y trabajan los obreros. Van todos igual vestidos, de negro, con la cabeza gacha, y se mueven a la vez y de forma automática. No se individualiza a ninguno de ellos, son una masa social anónima. Sus trabajos son repetitivos, agotadores y esclavizantes. Llevan un ritmo frenético en su manipulación de las máquinas, y no pueden distraerse ni por un segundo.


A continuación se nos muestra el "Jardín de los Hijos", de los hijos de los ricos se entiende, que es una imagen del paraíso: hay distensión, juegos, deportes, felicidad, por si queda alguna duda aparece algún pavo real en representación de las aves del paraíso. Todos van de blanco, y, cómo no, el jardín se halla en las alturas.

Los intertítulos están muy cuidados, como en este ejemplo, y reflejan constantemente esa idea de arriba y abajo que también es simbólica, por supuesto. Se usa mucho la imagen del triángulo haciendo referencia a la pirámide social, tan pronunciada en el mundo de Metropolis.



Entonces aparece María con los niños. Está rodeada de un aura de blancura y pureza. Freder, el Hijo, queda prendado de ella sin que apenas diga una palabra. Es más, lo único que le dice a los niños (pobres) que la acompañan es "¡Mirad, mirad a vuestros hermanos!".

Esto le impresiona mucho a él, el Hijo del gran Señor de Metrópolis, y decide seguirla al mundo del subsuelo. Lo que ve, naturalmente le horroriza, obreros extenuados trabajando en condiciones inhumanas. En un momento determinado, la gran máquina en la que están trabajando se convierte en una monstruosidad llamada Moloch, a cuya boca van desfilando formaciones de obreros.


Este tal Moloch se corresponde con una deidad del Antiguo Testamento que representaba el "fuego purificante". A esta deidad se le rendía culto haciendo un sacrificio llamado "Holocausto" (os sonará de algo) que consistía en quemar niños o bebés vivos como ofrenda, lo que más adelante tiene su analogía en la propia película.
El Hijo sale aterrorizado de allí y va inmediatamente a ver a su padre para contarle lo que sucede.

El Padre, la Gran Mente, trabaja en un despacho en las alturas de la ciudad, se le presenta meditabundo y relajado, en contraposición al trabajo de los obreros. Cuando su hijo le cuenta lo que ha visto no parece importarle demasiado, más allá de que ha habido una "explosión". Pone cara de pena pero nada más, no actúa (igual que el Dios del Nuevo Testamento). Entonces le pregunta: "Hijo, ¿porqué bajaste ahí?" y el Hijo responde: "Quería ver a los hombres cuyos hijos son mis hermanos". Una respuesta digna de Jesucristo.

Al ver la ausencia de reacción de su Padre, Señor Todopoderoso de la ciudad, decide volver y cambiarse por uno de ellos (algo parecido al sacrificio de Jesús). Entonces descubre que los obreros se reúnen en las catacumbas.  Van a escuchar a María que les cuenta historias de la Biblia, en este caso la historia de la Torre de Babel: hombres que quisieron alcanzar el cielo, y acabaron no entendiéndose entre ellos, confundidos y enfrentados, que es un poco lo que pasa también en la película, (a continuación). Ella les habla desde un altar lleno de cruces de la llegada de un mediador (Mesías en el lenguaje cristiano). María habla de paz, de hermanamiento, de paciencia (es decir, de aceptación del orden establecido por muy injusto o aberrante que sea).

A todo esto, el Padre que no entiende nada, ve a María como un peligro y entonces contacta con un científico, Rotwang, que a su vez está trabajando en la creación de un hombre-máquina. El Padre y el científico urden un plan para dar a ese ser-máquina las facciones de María, considerada la líder del movimiento obrero, para hacer ver que es una traidora, y así frustrar los planes que creen que tienen los obreros o bien llevarlos a una revolución infructuosa.

María es, pues, llevada a la fuerza al laboratorio del científico, para recrearla como un ser que representa todo lo contrario al candor y la bondad, es decir, la tentación, la maldad, la mujer demoníaca. En la película mantiene su nombre para que funcione mejor el engaño, pero si hablamos en clave de cristianismo, esta mujer que representa el pecado y la tentación, sería Eva.

De hecho, en el laboratorio aparece varias veces la estrella de cinco puntas, que en simbología cristiana se relaciona con la manzana de Adán, si bien según esté orientada significa algo bueno o malo. En la película no se hace mucha distinción entre la estrella hacia arriba o hacia abajo porque tanto el científico como el laboratorio se presenta como algo malo, aberrante, y demasiado ambicioso como demasiado ambicioso era el proyecto de la Torre de Babel.

En este sentido podría equipararse a Rotwang con la figura del diablo, puesto que se le presenta como un cruce entre ciencia, magia y alquimia; es decir, todo lo que está realmente mal considerado por parte de la religión. Además, en un momento dado de la película se descubre que la falsa María sólo hace caso de sus órdenes, igual que Eva con la serpiente, en contraposición a Dios. Esta María perversa, (nuestra Eva) encarna explícitamente el pecado y las tentaciones del demonio: aparece en varias escenas haciendo bailes provocativos despertando la lujuria de los hombres. y en las catacumbas empieza a hacer discursos incendiarios, hace creer a los hombres que su Mesías les ha fallado y que es lícito que ellos busquen la revolución (como le dice Eva a Adán que es lícito que tomen la manzana del Árbol del Conocimiento, lo que después provocará la caída del hombre). La revolución, por si quedaban dudas, es equiparada en la película con el caos absoluto.

El científico (diablo) es un personaje que se rebela contra el Padre, que lo desafía en este sentido pues su verdadera intención es alterar las leyes y la obediencia que supuestamente se le debe (igual que la serpiente), por su deseo de venganza contra él, y que toma posesión de cuerpos humanos (como el diablo) con sus malas artes.



Entonces la revolución por fin sucede, los obreros destruyen las máquinas, y todo se inunda. La consecuencia directa es que peligran los niños (es decir, si los padres no se someten, los niños pasarán hambre o penurias), lo que, como decía, tiene su analogía con el sacrificio de niños que se hacía a Moloch según el Antiguo Testamento. Con lo cual, los obreros se sacrifican una vez más por salvar a sus hijos.

Una vez pasada la fiebre revolucionaria, el capataz les convence de que la culpa de todo la tiene la falsa María (Eva), la instigadora (igual que en la Biblia). La llaman bruja y la llevan a la hoguera. La queman, algo que ella parece disfrutar, y al quemarse descubren que en realidad era un robot. Pero nadie parece sacar conclusiones de esto. Les parece bien haberla quemado, y que fuese un robot, nadie sospecha de que fuese todo una estratagema orquestada desde las alturas.

Finalmente Rotwang muere persiguiendo a María por los tejados, en una caída fatal, lo que tiene también su paralelismo con el diablo, considerado un ángel caído.

A todo esto, el Hijo va como loco por toda la ciudad intentando salvar a María, cosa que no termina de conseguir, lo que sí consigue es salvar a los niños, es decir, el futuro. El Padre por su lado va tras unos y otros sin conseguir absolutamente nada, lo único que hace es poner trampas y tentaciones (María-Eva) al pueblo que por otra parte ya estaba sometido a sus designios.

Una vez quemada María (Eva, la mala, la instigadora), el pueblo vuelve a unirse y avanzan todos en formación triangular (la pirámide social se mantiene) hacia la Iglesia, donde la Mente, (el padre) y las Manos (el capataz) se dan la mano mediante el Corazón (el Hijo).



Como conclusión, si hubiera que sacar una moraleja de la película en una frase, para mí, sería:

"LA REVOLUCIÓN ES MALA PORQUE ES UN INVENTO DEL DIABLO PARA ALTERAR EL ORDEN ESTABLECIDO".

1 comentario:

  1. Muy justo e interesante, ademas de que respeta muchas cosas de las que sucedes claramente en el film.

    Vale destacar que depende la versión que se vea cambiaban algunos significados, ya que esta película sufrió muchos cortes distintos en cada país por su extensa duración para la época de casi 3hs (por ejemplo en la versión de estados unidos dejaban entender como que el padre y el científico estaban enamorados ambos del robot ya que entre ellos se da conflicto en la película debido a la traición de que ambos quieren a María para controlar la ciudad) pero bueno esto fue interpretación de cada montajista por país.

    Convengamos también que la película fue una mega producción para su momento y como tal producida por gente de clase alta, que en ultima instancia es la que toma la decisión final de como queda la obra.

    Por otro lado también hay que tener en cuenta los ideales de la escritora y pareja del director (ella unida brevemente a los inicios del partido nazi y el judío) por lo cual la película tiene tintes claros de revolución y sumisión en el sentido de ideas politicias de izquierda y de derecha.

    Pero si vamos al caso de la escritora para ser mas precisos, ya que me quedo un poco de idea tras ver la peli algunas veces de que la paz es posible (pese a que eso implica seguir las leyes tiranas) pero si con la idea de que se obtendrán ahora derechos, de que tendrás voz y voto, y eso es un poco lo que sucedía por aquella época, convengamos la crisis de los 30 tuvo una explotación excesiva de los trabajadores con derechos nulos y que solamente exigian como en la pelicula, derecho laborales sin por eso dejar de trabajar.

    Pero bien, a lo que también me invito, es a que la revolución es posible, pero debe ser planificada con la misma calidad de los gobernantes (un poco lo que hizo ella y sus ideales políticos, no guerra de una sino de a poco diciendo una cosa y haciendo otra muy a lo política engañosa, en fin a clavar la daga de Damocles por la espalda pero con sabiduría no descontrol.

    En fin para concluir comparto prácticamente toda la idea que dijiste y creo que es fácilmente comprobable que utilizaron la idea del camino del héroe tan infalible casi siempre, pero que a su vez tiene muchos tintes de su momento (tras una guerra mundial que los devasto y camino a la segunda, tras un lider que les promete recibir lo que les corresponde) con trabajadores sin derechos por todo el mundo, con mujeres dejadas de lado por el sistema y en las puertas de la crisis de los 30. Y ahí creo que toma otro color la idea de la peli en algun punto invita a que este sistema es tirano, y que debe cambiar, quizás no con mas guerra ya que les dejo tanto dolor, pero indefectiblemente necesitaban un cambio.

    Y muchas gracias por compartir tu análisis.

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