Mouseion es una palabra griega que designaba el santuario consagrado a las musas. Con el tiempo, en el helenismo, acabará asociándose a los lugares donde se recibe la inspiración, refiriéndose a un tipo particular de villa reservada para las charlas filosóficas.
El mouseion quiere recoger ese espíritu de encuentro y convertirse en un lugar de reflexión y crítica de las artes contemporáneas.

jueves, 20 de marzo de 2014

ROBOCOP [esa gran infravalorada]

Llevaba ya tiempo queriendo escribir sobre ese gran clásico, Robocop. Y creo que no encontraré mejor ocasión que esta, coincidiendo con el lanzamiento de su remake por un lado y, por el otro y más importante, con la progresiva privatización de la "seguridad" en España. Un día como hoy se aprueba en el Congreso una ley que abre la puerta a la seguridad privada para actuar en situaciones de orden público. Consideramos que es una película injustamente infravalorada cuyo argumento sigue estando de rabiosa actualidad; y por ello merece sin ninguna duda un nuevo visionado por parte de los amantes del cine y la filosofía de la distopía, en general. Si todavía queda alguien que no la haya visto, desde el mouseion recomendamos encarecidamente que se vea, y después vuelvan por aquí.

[SPOILER]

Con un argumento impactante y bien hilado y, lo más preocupante, verosímil, plantea una serie de circunstancias que como mínimo, merecen una reflexión.

La película comienza en un futuro cercano en que se presenta un escenario caótico y  descontrolado tomado por el crimen. Lo que llaman el Viejo Detroit podría ser una alegoría de lo que toda la vida se ha llamado Sodoma y Gomorra. El icono de la degradación y la delincuencia.

La OCP, [Omni Consumer Products] es la representación de una Megacorporación que tiene la gran mayoría de los servicios de la ciudad privatizados. "Hemos especulado en campos considerados no lucrativos... como cárceles, hospitales..." y finalmente se privatiza también la Policía. Como mínimo, da que pensar. Como tal, su objetivo es crear un cuerpo policial que sea operativo las 24 horas y que no necesite comer ni dormir. Así, crean el prototipo RP209, un robot policía. El día de la presentación, y como no podía ser de otra manera, el robot, una máquina de matar, aniquila al ejecutivo que probaba su funcionamiento.

La solución pasa entonces por crear un cyborg, en vez de un robot, es decir una mezcla de componentes orgánicos y cibernéticos. Y para ello escogen al bueno de Murphy, un buen policía recién asesinado cruelmente en acto de servicio.

Según la corporación han utilizado sólo su cara, es decir, el cyborg no tendría nada de la antigua personalidad de Murphy, lo que en seguida se revela falso puesto que Robocop tiene algunos recuerdos de su vida pasada, de su familia, de su muerte, incluso sueña. Este es uno de los grandes debates que establece la película, puesto que todo el tiempo parecen estar recordándole a Robocop que no es humano, que sólo es el programa que le han instalado, pero al estar reconstruido a partir de Murphy, nadie sabe exactamente qué proporción de su cerebro sigue estando activo bajo el metal. Así se plantea la ya vieja rivalidad entre lo humano y la máquina, hasta qué punto pueden sustituirnos las máquinas, cuáles son los límites de cada uno, y hasta dónde sería éticamente asumible para la sociedad. Y además en un oficio tan controvertido en algunos casos como el de policía... ¿Debe obediencia ciega un policía? ¿Debe actuar entonces como una máquina, o tiene cierto margen de autonomía? ¿Qué aporta a su trabajo su condición humana, su capacidad de entendimiento, su empatía, su capacidad de reacción ante situaciones complicadas, su raciocinio a fin de cuentas?

Al hilo de esto, la película nos muestra en pantalla la visión del propio Robocop. Vemos cómo asocia imágenes que ve en presente con recuerdos de su pasado, lo que constituye prueba fehaciente de su parte humana o también cómo se activan las directrices del programa que le han instalado:

1. Servir al público.
2. Defender a los inocentes.
3. Proteger la ley.
4. [CLASIFFIED]

Esta cuarta directriz es la que despierta las sospechas del espectador, puesto que ya se empieza a adivinar que hay algo oculto en el programa de Robocop, algo quizá más en relación con los intereses de la corporación.

La película continúa y el sindicato de policía finalmente convoca una huelga. Este es otro tema bastante polémico, puesto que en muchos países, como en España mismo, la policía no tiene derecho a huelga [por razones evidentes]. Así la película establece de nuevo un escenario imposible en la vida real pero verosímil, y vemos la ciudad sumida en un auténtico caos que Robocop intenta atajar. Así, da con uno de los delincuentes que colaboró en el asesinato de Murphy y este le lleva hasta uno de los grandes ejecutivos de OCP. Y es entonces cuando se produce uno de los grandes aciertos de la película, cuando se desvela la cuarta directriz:

4 Cualquier intento de detener a un oficial superior del OCP significa su cese.

En palabras de Dick Jones, este malo malísimo,: "No podemos permitir que nuestros productos se vuelvan contra nosotros".
De nuevo... A nadie le suena? Esto de hacer cumplir la ley a todos menos a los poderosos, que siempre tienen el instrumento para inhabilitar la justicia en el momento preciso que a ellos les afecta... Por desgracia no es sólo es verosímil, sino que es veraz y, de nuevo, a la orden del día.

Es entonces cuando mandan a RP209, el robot aniquilador, para que se encargue de Robocop. El espectador descubrirá complacido que esta máquina equipada con todo tipo de armas destructivas, queda inhabilitada al enfrentarse con un gran obstáculo: unas escaleras.

Por si faltaban elementos cómicos, o de parodia, la película también nos obsequia con algunos anuncios ficticios que pueden suscitar la risa, o la reflexión, aquí dejo algunos ejemplos:




Por fin llega Robocop al comité ejecutivo de OmniCorp dispuesto a acabar de una vez por todas con el corrupto Dick Jones, pero ¿cómo hacerlo si esa cuarta directriz le inhabilita para ello? Pues bien, lo que hace es interrumpir la reunión directiva y enchufarse a las pantallas de televisión por las que proyecta su grabación de Dick Jones admitiendo sus tropelías, incluyendo el asesinato de su mayor rival dentro de la compañía, el impulsor del proyecto Robocop. Así, queda al completamente al descubierto y, al verse acorralado, saca una pistola y amenaza al director general de OmniCorp. Robocop sigue sin poder hacer nada, por lo menos no hasta que el citado presidente de la corporación dice las palabras mágicas: "Dick, ¡Estás despedido!". Así, por fin puede Robocop actuar contra él, no reduciéndolo y arrestándolo, sino matándolo definitivamente en un claro desenlace "a la americana", cuestión que espero trataremos en otra ocasión.

Como decía estas palabras, verdaderamente mágicas por inusuales en algunos ámbitos, como se ha visto, nos dan la clave de la moraleja: tienes que dejar de ser uno de ellos [siendo ellos el poder] para que ellos puedan ir a por tí; clave que por desgracia es aplicable a muchos casos que hemos atestiguado en los últimos tiempos.

Como se ha visto, no faltan los elementos de crítica o incluso de parodia en este filme que refleja una historia distópica con un argumento de bastante controversia y relevancia social. Desde el mouseion nos parece triste que se la recuerde como una de esas producciones de proto-ciencia ficción tan de moda en los ochenta, infravalorada y rebajada en la memoria colectiva a un mero chiste, o un ensayo de lo que hoy se considera el género ciencia ficción, confundido por algunos con el género efectos-especiales, que hemos visto despegar desde hace algunos años con la creación de películas rebosantes de efectos, y nada más.

Está por ver el remake que acaba de salir, del que francamente no esperamos mucho, quizá precisamente por esperar demasiado de una nueva versión de este ya clásico, que no traicione su complejidad y profundidad original.

2 comentarios:

  1. Una reflexión acertada de como se puede ver el mundo a través de una producción cinematográfica,no siempre creada para hacernos pensar.



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  2. Dick Jones me recuerda treméndamente a la señora Aguirre. Fantástico análisis de la película, apuesto a que en el remake todas esas críticas al sistema son sustituidas por espectaculares efectos alienantes. Especiales, quería decir.

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